Los buenos abogados se caracterizan por defender sus casos como batallas propias, en las que luchan por demostrar al mundo su mejor artillería: sus argumentos. Perder o ganar depende del poder de su palabra, de su ímpetu y de su espíritu de justicia. Sin embargo, algunos despachos desconocen que hay una pelea que deben asumir para tener más éxito, y se lo dejan a la suerte… Se trata del posicionamiento SEO de su página web. En este tiempo, esto debe perseguirse y lograrse a como de lugar.
Lograr un puesto privilegiado en los motores de búsqueda más reconocidos, como Google, es una hazaña que parece estar al alcance de unos pocos que han descubierto una metodología efectiva; pero para llegar a los primeros lugares hay que ir más allá de una buena estrategia que dio resultados positivos en algún momento. Hace falta un poco de olfato para identificar las pistas que llevarán a la cima.
Así como un caso complejo de un cliente requiere astucia y un poco de experiencia, el marketing digital de abogados necesita ciertas herramientas que te permitirán conquistar la meta: ser alguien trascendental en internet, convertirte en un punto de referencia en el mercado al que perteneces.
Ahora bien, en el mundo digital no hay tonos grises: lo haces bien o lo haces mal. La línea que divide el triunfo y el fracaso es bastante delgada, sobre todo cuando se trata de esos sitios web de despachos de abogados en los que hace falta ser transparentes, precisos y explícitos para convencer a los potenciales clientes.
Por supuesto, quizás sientes que te has esmerado lo suficiente en tu página, has utilizado un lenguaje fácil de comprender, has leído largos artículos para saber cómo manejar bien tu blog y has invertido muchísimo tiempo para que tus usuarios se sientan identificados con tus propuestas. Pero sigues sin aparecer de primero. Seguramente, estás cometiendo uno de los errores más comunes en el marketing digital en bufetes de abogados, que te explicaremos a continuación.
Sobre lo que no debes hacer
Cuando se habla de marketing digital de abogados no podemos ir con los ojos vendados como la Dama de la Justicia. En esta materia, necesitamos estar informados sobre todo lo que ocurre, vigilar con mucha atención cómo se desarrollan los planes estratégicos que se hayan creado y mantenerse activos para cambiar las tácticas en el momento preciso.
De esta manera, teniendo en cuenta que Internet es un territorio dinámico e incansable, podemos adaptarnos con mayor facilidad a las transformaciones. A diferencia de las leyes, en el planeta de las “triple w” no hay nada escrito, ni nada que se considere como una sentencia, pero sí es importante que se eviten los siguientes errores para no fracasar en el intento:
- No realizar un seguimiento de los resultados: el seguimiento es un requisito fundamental del marketing digital. Una de las ventajas de trabajar con Internet es que todo se puede medir, es decir, si aplicas una estrategia tienes la oportunidad de saber si realmente está funcionando.
En muchas ocasiones, quienes manejan las páginas de bufetes olvidan que esta es una de las tareas más importantes que hay que cumplir en un plan estratégico, porque las consecuencias no tardan en aparecer.
Conocer el comportamiento de una técnica aplicada permite saber el coste real que implica conseguir un cliente, es decir, la conversión. A partir de esta información, se puede continuar o no con un plan.
- Prescindir de un blog: tener un blog ayuda de forma considerable al posicionamiento de una página, porque se pueden utilizar palabras clave que permitirán encontrarte con mayor facilidad en medio de este universo digital. Adicionalmente, la calidad del contenido que se publique es lo que servirá para crear un vínculo entre la audiencia y el bufete.
Indudablemente, la idea es plantear casos de la vida real y sus posibles soluciones, demostrar de qué manera un abogado aplica sus conocimientos a favor de sus defendidos, advertir sobre las consecuencias de no actuar con rapidez en un caso, resaltar el valor de una buena relación entre un experto y su cliente, etc.
- Dejar de aplicar técnicas de SEO off-site: una página web no solo debe centrarse en su interior para crecer en Internet, también debe utilizar herramientas que impulsen su posicionamiento desde afuera. De esto se trata el SEO off-site, en el que destaca el link building para generar enlaces desde otras páginas que lleven a tu portal.
Gracias a esta técnica, Google le otorga mayor relevancia a un sitio y alcanzar nuestras metas es mucho más fácil.
- Las estrategias no son para toda la vida: este error es uno de los más frecuentes en el marketing digital en bufetes de abogados. Probablemente, tuvimos la oportunidad de ver cómo una decisión dio grandes resultados y ganamos la corona del primer puesto en Google, pero ¿crees que va a funcionar para siempre? Seguro que no.
Por lo tanto, hay que evaluar de manera constante cómo se desarrolla el mercado y cuál es el trabajo que está haciendo la competencia.
- Las redes sociales son más que plataformas de venta: pretender que una persona vaya a contratar a un abogado solo porque vio su información en una red social es bastante ingenuo. Las redes sirven para facilitar el viaje entre un lector y un contenido que tenga algún valor.
- Dejar de marcar la diferencia: un despacho que apenas tenga cuatro abogados difícilmente tiene la capacidad de enfrentar problemas legales de todas las especialidades (civiles, penales, de familia, de herencia, de accidentes de tráfico, fiscales, etc.) y las personas se dan cuenta de eso. Por ende, hay que ser sinceros y concentrarse en un enfoque que se fije en la mente de la audiencia.
En el libro Las 22 Leyes Inmutables del Marketing, de Al Ries y Jack Trout, hay una frase contundente que no debemos olvidar: “Es mejor ser fuerte en algo que débil en todo”. Así pasa con este punto tan importante.
Marketing de abogados: más allá de las estadísticas
Cuando una persona requiere de la ayuda de un abogado para resolver un problema legal, seguramente desea lograr tres cosas: reclamar sus derechos, cubrir sus expectativas y tener seguridad jurídica para disfrutar de los resultados de su caso. Por lo tanto, los despachos tienen que descubrir la forma más eficiente para demostrar que son capaces de alcanzar todo esto.
En el sector jurídico no se ofrece un producto como tal, sino un servicio, y quienes lo venden son personas igual que sus potenciales clientes. En consecuencia, la única forma de crecer es aumentar los niveles de confianza entre ambas partes, crear un lazo entre el especialista y la persona que busca una ayuda profesional.
En este sentido, un abogado nunca debe olvidar su sentido humanístico, su espíritu de colaboración y esa sensibilidad que le abrirá las puertas de la credibilidad. Por lo tanto, tiene que observar cada uno de sus casos con mirada fresca y dedicarle el tiempo necesario para que se logre un buen resultado.
Con esta premisa como bandera y la orientación de un equipo de marketing digital comprometido, hay más probabilidades de que una página web de abogados evolucione. Hablar en nombre de la Justicia es un gran compromiso, pero hay que saber hacerlo bien para no defraudar a esos seres que han dejado sus problemas en manos expertas.
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