Para conseguir clientes a través de tu web no basta con llevarle tráfico. Sin esas visitas nunca los conseguirás, es evidente. Pero que esos usuarios lleguen a tu web no garantiza en absoluto que vayan a contratarte. Ahí es donde entra en juego tu sitio web. Debe ser un sitio web que invite al usuario a contratar tu despacho de abogados.
Y eso implica tener presentes algunos factores que te ayudarán en la tarea de convertir usuarios en clientes.
Factor 1: Los datos de contacto
Si el usuario no encuentra la manera de contactarte, difícilmente podrá contratarte. Ya sé que esto es muy básico, pero es que una y otra vez me he encontrado webs (de muchos sectores, también de abogados) donde los datos de contacto no eran visibles, o no lo suficiente.
Y no puede ser. El usuario ha de poder:
- Escribirte: dirección de correo electrónico
- Llamarte: teléfono
- Visitarte: dirección física
Por lo tanto, estos tres datos deben ser fáciles de encontrar para ese usuario. En especial el teléfono y la dirección, que deberían aparecer en todas las páginas de la web. No te cortes: nunca sabes cuándo algo que vea en tu web hará “clic” en la cabeza del usuario y se sentirá inclinado a contratarte. Cuando eso ocurra, debe poder encontrar el teléfono y la dirección rápidamente.
Factor 2: Las personas
Esto lo hemos comentado ya en otros artículos: para que el usuario se convierta en cliente, es fundamental que pueda conocer a los abogados del despacho. En internet solo somos palabras en una pantalla, y es necesario que el usuario crea en la persona detrás de esas palabras. Sobre todo si hablamos de algo tan serio como contratar un abogado.
Esa desconfianza web tienes que vencerla, hacerle entender al usuario que no hay trampa ni cartón, que puede fiarse de ti, que sois un despacho serio y real que puede hacerse cargo de su problema. Y para ello tiene que veros las caras. No basta con un nombre y un título universitario: necesitan fotografías que os hagan reales.
Dale humanidad a tu despacho online. Si te ven la cara, se sentirán más confiados y estarán más cerca de llamarte. Y cuando te llamen, como podrán ponerte cara, estarán más cerca de visitarte y finalmente contratarte.
Factor 3: La navegación
Una persona metida en un problema legal se suele sentir perdida. En un abogado busca, sobre todo, seguridad. Y si la web de ese abogado es un laberinto, eso no ayudará a reforzar la sensación de seguridad.
Piensa que, al final, vender (o conseguir que te contraten) se basa mucho en estados de ánimo. Hay mucho de psicología en ello. Y una web transmite cosas, no solo información, también sensaciones, experiencias. Para que el usuario se predisponga positivamente hacia ti, necesitas que esa experiencia sea positiva, que sus sensaciones sean buenas, o digamos, las requeridas.
Si tu web, al usuario, le resulta embrollada y difícil de navegar, no se sentirá especialmente satisfecho con la experiencia, y no será proclive a contratar tus servicios. Puede parecer una tontería, pero existen miles de despachos, la oferta es muy amplia, y por tanto el usuario buscará en otra parte donde sí reciba sensaciones positivas.
Por tanto: webs claras. Que se vea claramente lo que hay en tu web, y cómo llegar a cada uno de los sitios: el quienes somos, servicios, especialidades, blog, contacto…
Simplemente se trata de ponérselo fácil a una persona que está en una situación difícil.
Factor 4: El tiempo de carga
Otro tema ya comentado en el blog, pero que es fundamental y en el que nunca me cansaré de insistir: los tiempos de carga son cruciales. Una web no puede demorarse demasiados segundos cargándose. Ya no es por su efecto negativo en el posicionamiento en Google. Es que los usuarios se marchan. Así de simple. El usuario en internet no suele esperar, internet pone a su alcance una oferta tan amplia de absolutamente cualquier cosa, que si algo tarda un segundo más de la cuenta en cargar, le da al botón de “retroceso” y se larga.
¿Y qué ocurre con los que se quedan? Pues que su experiencia no es positiva. Si tiene que mirar la pantalla en blanco demasiado tiempo, o esperar a que acabe de cargarse esa imagen, o ese texto, sentirá que está perdiendo el tiempo. ¿Tú contratarías a alguien que te hace perder el tiempo?
Al final, que alguien te contrate o no depende de demasiados factores como para asegurar una transacción. El usuario ha de tener esa necesidad, ha de poder encontrarte rápido, ha de quedar convencido de tu realidad, ha de sentirse cómodo en tu despacho online, ha de poder contactarte, y finalmente ha de tener el dinero necesario para costearse tus servicios. Puedes estar haciéndolo todo perfectamente bien, y que alguien no te contrate porque cambie su situación, o su estado de ánimo, o sencillamente crea no poder pagarlo.
Pero si cuidas estos cuatro factores, al menos te aseguras muchas papeletas para que la persona que sí esté a punto para contratar un abogado, te escoja a ti antes que a otros.
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Sobre el autor:
Francisco Segura es experto en marketing online con más de 15 años de experiencia en el sector. Creador de marketingeficazabogados.es, y otros servicios de marketing online.